Arquitectura para arquitectos o para seres humanos ?
- Daniel chaves
- 9 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Es muy común en nuestro campo que nosotros los arquitectos queramos el control de todo, queremos que cada decisión pase por nosotros, asumiendo nuestra experiencia como única y con un valor mayor a la del usuario de nuestras obras; nada más alejado de la realidad que eso y por una razón muy simple que a veces ignoramos, cada ser humano es único y diferente. Si, haciendo de lado un momento las etiquetas en las que este mundo moderno nos ha clasificado y a las que nosotros mismos nos asignamos de forma consciente o inconsciente para pertenecer a algo, cada persona sabe cómo vivir su vida porque así lo ha hecho siempre, bien sabemos que hay conductas que pueden cambiar, pero no significa que vayan a cambiar en algún momento y esta obsesión que tenemos los Arquitectos se materializa desde el primer momento en el que trazamos una idea en papel, donde pensamos que la casa debe funcionar de cierta forma, cumpliendo características básicas escritas en piedra de carácter irrevocable, mucha veces apoyados en el estudio de la psicología o una serie de reglas técnicas de valor estructural y “estético” , o bien quizás estético no es el concepto más usado ni más aprobado por esos entes brillantes y gloriosos que son los grandes profesores de las escuelas de arquitectura del mundo que prefieren usar lenguajes especiales como Plasticidad , bases emocionales , unicidad del orden estructural, etc. Que alguna vez nosotros como estudiantes absorbimos y recitamos al nivel de santa palabra (aun cuando no comprendíamos 1/3 parte de lo que querían decir), en esencia llenamos nuestro vocabulario con tecnicismo que no tiene nada de malo, lo que está realmente mal es querer meter a la fuerza todo ese saco de recursos o ideas, conceptos no desarrollados, no entendidos, no adaptados a un proyecto, en este caso me viene a la mente una vivienda, ¿porque está mal? Porque las palabras escondidas , esas que nunca se dicen cuando nos contratan podrían ser : “te contrato porque no sé cómo desarrollar un proyecto , porque no tengo educación técnica ni conocimiento de cómo debería construir mi casa , pongo en sus manos mi casa , una casa que me tomara pagar más de 30 años , en la que viviré el resto de mi vida y en la que podre sentirme bien o mal gracias o a pesar de mis problemas , esperando que el solo hecho de habitarla no sea incomodo o incompatible con mi personalidad ni con la de mi familia”. Claro, con el peso de estas palabras todo cambia, pero no contamos con esto en la mayoría de los casos, porque se omiten, pero deberíamos asumirlas en cada proyecto, las escuelas en lugar de educar únicamente en criterios técnicos deberían asignar tiempos especiales y ejercicios de interpretación, interpretación de seres humanos, nuestro trabajo no es un servicio para arquitectos, es un servicio para seres humanos con necesidades, gustos e intereses muy distintos o de los nuestros. ¿Porque entonces vemos constantemente proyectos machoteros y clones de otros? Sera acaso mediocridad, o pereza, o falta de amor por la profesión?

Comments